El barrio de Caranza, con sus 11.874 habitantes, tiene cerca de 40 años de vida. El Gobierno levantó el polígono en 1962, con cerca de 3.000 viviendas, para acoger a familias desalojadas del barrio de Esteiro en 1970, los expropiados de la construcción del polígono de la Gándara o los obreros industriales. Por motivos burocráticos la entrega de viviendas se retrasó, y en 1977 muchas familias ocuparon los pisos de forma irregular. El barrio carecía de infraestructuras comerciales y de transporte, así como centros de educación, deportivos y sociales. La reconversión naval, el paro, la falta de recursos, dio lugar a la llamada "generación perdida" de muchos niños que se criaron en la década de los 80, y fueron víctimas de la heroína y el sida. Sin esperar actuaciones por parte de la administración pública, un grupo de vecinos, políticos y profesionales crearon la primera Asociación Ferrolana de Drogodependencias (Asfedro) en 1985, con el fin de recuperar vidas y esperanza.
A partir de 1990 se cubrieron necesidades con nuevos centros comerciales, colegios, centros cívicos, etc., hasta la actualidad, con el Conservatorio de Música, el acondicionamiento del puerto deportivo o el recién inaugurado Auditorio de Ferrol.
Os dejo una huella de mi paseo matutino por la Avenida del Mar en el barrio de Caranza, donde los árboles y el mar son testigos de todos estos años.