El edificio de la Capitanía General fue construido en 1760. Se sitúa entre la calle Real y la calle Magdalena, con amplias propiedades de estrategia por estar ubicado entre el casco viejo y nuevo de la ciudad, además de estar en una parte elevada como atalaya desde la que se divisan las instalaciones del Arsenal. Aunque no se conoce al autor, se insinúa que fue F. Llovet, el ingeniero más destacado del Arsenal y autor de los edificios más importantes de la época.
Consta de tres cuerpos además de las habitaciones destinadas al General del Departamento Marítimo y un salón donde se reciben las visitas. En la parte baja se sitúan las oficinas y cuerpo de guardia; y desde el cuerpo más alto, un vigía recibía las señales que se comunicaban con las de la costa desde un balcón de hierro.
El edificio tuvo varias transformaciones variando el aspecto exterior: se blanquearon las fachadas, se modificó el tejado y las galerías, se añadieron pórticos en la fachada principal y occidental, se adosó un edificio más moderno para sede del Estado Mayor.
La ZMC (Zona Marítima del Cantábrico) desapareció tras la reorganización de las Fuerzas Armadas Españolas y profesionalización de los ejércitos, quedando reducidas a un tamaño mucho más operativo y acorde con el estado constitucional y los países aliados de la OTAN.
Consta de tres cuerpos además de las habitaciones destinadas al General del Departamento Marítimo y un salón donde se reciben las visitas. En la parte baja se sitúan las oficinas y cuerpo de guardia; y desde el cuerpo más alto, un vigía recibía las señales que se comunicaban con las de la costa desde un balcón de hierro.
El edificio tuvo varias transformaciones variando el aspecto exterior: se blanquearon las fachadas, se modificó el tejado y las galerías, se añadieron pórticos en la fachada principal y occidental, se adosó un edificio más moderno para sede del Estado Mayor.
La ZMC (Zona Marítima del Cantábrico) desapareció tras la reorganización de las Fuerzas Armadas Españolas y profesionalización de los ejércitos, quedando reducidas a un tamaño mucho más operativo y acorde con el estado constitucional y los países aliados de la OTAN.
Lo que durante siglos fue el centro del poder, donde incluso el alcalde de la ciudad estaba subordinado al Almirante, fue reconvertido en Archivo y Biblioteca de la Armada, donde se albergan en la actualidad fondos documentales, especialmente de los siglos XVIII y XIX.
Las dos fuerzas socioeconómicas de Ferrol: la Armada Española y los astilleros más modernos de Europa, se diluyen en el viento para continuar haciendo historia.
Os dejo este vídeo a modo de retrospectiva en el espacio-tiempo, con fotos mías y de la Colección de tarjetas postales de Guillermo Escrigas.